miércoles, 19 de diciembre de 2007





¿Cómo concebimos la práctica arqueológica?

Al momento de realizar nuestra práctica arqueológica, debemos tener claro que cualquier cosa que realicemos en nuestro trabajo estará determinada por las teorías que poseamos. Estas teorías estarán estableciendo la manera en que interpretamos el registro, lo cual dependerá de nuestros intereses, por otro lado éste nos permitirá formular ciertas preguntas que estarán asociadas a nuestras teorías. De esta manera, consideramos necesario explicitar el marco teórico con el cual contamos, dejando en claro el contexto social, disciplinario y político en el que estamos insertos, ya que consideramos necesario dar a conocer al resto (público dentro y fuera de la comunidad científica), cuáles son los factores sociales que nos están influyendo en la manera de entender la realidad al momento en que producimos conocimiento. A la vez, al momento de abstraer nuestro contexto, hacemos un autoconocimiento de él, lo cual es fundamental, ya que nos permite conocer y establecer nuestras limitaciones en nuestra práctica arqueológica, lo que nos da la posibilidad de objetivar mejor el pasado, evitando las interpretaciones sesgadas que podamos realizar de acuerdo a nuestra realidad. Dado que la realidad social influye en las prácticas arqueológicas, consideramos realmente importante poder asumir y ser concientes como arqueólogos de esta situación; y al mismo tiempo, creemos necesaria la utilización de un lenguaje claro y directo al momento de “llevar a la luz” nuestros resultados, para clarificar cómo estamos pensando los datos, y al mismo tiempo, para no generar errores de interpretación al lector.



Siguiendo con lo anterior, consideramos importante mantener el constante diálogo con los datos al momento de hacer cualquier tipo de explicación, este punto es fundamental, ya que no posee mucho alcance explicativo el interpretar sin considerar lo que pueden estar diciendo los datos. Por esta razón, dentro de nuestro trabajo, los datos se transforman en una herramienta fundamental para mantener de manera coherente toda la explicación, esto se logra al contrastar la teoría con nuestros datos y con otros casos. Por lo cual, la teoría no debiera forzar la interpretación de dichos datos, haciéndolos calzar en ella, al contrario, debe existir un dialogo fluido entre la teoría y el dato. Siguiendo esta idea del dialogo que pretendemos lograr en nuestro trabajo, debemos incluir un aspecto fundamental en esta dialéctica, los métodos, a través de los cuales podemos alcanzar los datos, estos métodos, como ya se dijo previamente, se utilizan en función de la teoría que poseamos, por ejemplo al momento de lavarse el pelo, de manera que quede limpio, uno utiliza un método de acuerdo a lo que pensamos que “debiera ser”, esto es, usar primero un shampoo y posteriormente un bálsamo, y al mismo tiempo, para lavarnos el pelo, no utilizamos el mismo método que para preparar café, pues obtendremos distintos resultados, ya que el fin es distinto, así, con la teoría ocurriría más o menos lo mismo.



Así, de acuerdo a nuestra manera particular de ver la realidad y de pensar las sociedades, nos enfocaremos en los aspectos sociales de estos grupos, haciéndonos preguntas referentes a estos temas, construyendo los datos de acuerdo a interpretaciones sociales que podamos establecer de estas sociedades. Para estas interpretaciones es fundamental estar constantemente en diálogo con los datos, pudiendo establecer uniones coherentes con las teorías que poseamos. Mientras más diálogo exista y más conexiones, las explicaciones serán más consistentes.



De acuerdo a lo anterior, para entender los aspectos sociales, consider
amos importante evaluar los distintos mecanismos culturales que las sociedades construyen para adaptarse a un medio natural, pero debemos considerar que esta relación no es unilineal, ni que el ambiente determina la totalidad de las prácticas sociales como lo supone la Nueva Arqueología, sino que, debemos considerar al mismo tiempo que muchas prácticas sociales se dan a partir de decisiones internas de cada grupo, evidenciadas en todo el sistema simbólico que estos grupos desarrollan según sus necesidades sociales, a través de las ideologías y el arte. Frente a esto, nos surgen diferentes cuestionamientos teóricos metodológicos de cómo se ha desarrollado en la arqueología el tema simbólico, por ejemplo, los elementos culturales que tradicionalmente han sido considerados como arte, se basan en una concepción moderna. Por lo cual, ¿Habría existido el arte tal como lo entendemos nosotros, separado o enajenado de la realidad en la cual se construye? ¿Por qué no puede ser sólo ocio, así como también nosotros lo hacemos, y no responda necesariamente a un carácter ritual o simbólico? ¿Para las sociedades pretéritas todas las cosas creadas habrán tenido su razón de ser, o habrán sido creadas concientemente? O sea, y disculpando si esto parece burlesco, una mujer o un hombre que vivió en Azapa para el período formativo pensó “yo perteneciente a la cultura Arica haré túmulos para diferenciarme del resto de la sociedad, pues necesito distinguirme de las colonias del Titicaca que están llegando para establecer una influencia cultural sobre nosotros a través de un dominio económico” Si analizamos estos mismos procesos en nuestra sociedad, lo más probable es que no sean realizados de manera consciente, sino que muchas veces después de hechas las cosas, le otorgamos sentido. Por otra parte, nosotros como sociedades occidentales hemos secularizado el mundo natural, separándolo de nuestras vidas, considerando éste como sólo una fuente de recursos que produce desarrollo tecnológico y dinero, y al mismo tiempo, entendiendo que las formas de vida que están en directa relación con este, se encuentran en una condición primitiva, o se entienden como que no conocen la “realidad”, mirándolos con un dejo de miseria y pobreza por no conocer el mundo moderno y todas sus ventajas; o con una mirada idealista y paternalista, como si aquellas sociedades no representan la maldad de la humanidad presente en el mundo contemporáneo, por lo cual requieran de una protección, en términos casi como que están en vías de extinción, o sea, como un tipo de animal o incluso una raza que debiera ser protegida por agentes pertenecientes a una sociedad más desarrollada y que conoce las desventajas del progreso. De acuerdo a esto, debemos reflexionar acerca de la carga valórica que le otorgamos a las formas de vida que están en directa relación con la naturaleza, ya que esto puede influir en cómo veamos las sociedades prehistóricas y nuestra manera de hacer arqueología.



Si bien, al final, toda esta articulación entre teoría, método y práctica lleva a explicaciones coherentes de acuerdo a nuestra teoría, la pregunta que surge luego de finalizado este proceso radica en cuán válida sean las explicaciones que hayamos formulado, ya que puede existir otra teoría que a partir de los mismos datos llegue a otra explicación, la cual igualmente puede poseer una buena articulación entre los elementos, entonces, ¿Cuál de estas dos explicaciones será más certera que la otra? Para poder responder esta difícil pregunta, es necesario identificar el potencial explicativo de las interpretaciones, esto significa, ver a cuántos casos concretos se puede aplicar ambas interpretaciones, teniendo mayor potencial aquella que logre explicar más casos concretos. Por otro lado, podemos ver cual de ellas es más consistente con los datos, es decir, cual posee más datos que la avalen, ya que éstos no pueden estar avalando de la misma forma ambas interpretaciones. Además, normalmente, la comunidad científica posee una postura teórica definida que acepta ciertos modelos explicativos en comparación con otros. La postura teórica de esta comunidad va cambiando a través del tiempo, lo que significa que un modelo explicativo no siempre va a ser mayormente avalado, puede ocurrir muchas veces que pase de moda o que ya no logre explicar la mayor cantidad de casos, de esta forma, la comunidad científica aprobará uno de los modelos explicativos, según el contexto histórico y científico que posea dicha comunidad, por lo cual siempre se abanderará por una u otra teoría de acuerdo a la realidad que más le acomode.






No hay comentarios: